Raquel Rolnik habló de la relación entre las finanzas, la mercantilización de todos los aspectos de la vida y la muerte. También destacó la importancia de la solidaridad y las prácticas colectivas de lxs de abajo y, en este sentido, afirmó que sólo las formas colectivas de tenencia de la tierra pueden cortar los vínculos cada vez más profundos entre las finanzas y la tierra.

S'bu Zikode refirió a la crisis actual, la represión y las desigualdades crecientes en Sudáfrica. Se centró en los efectos devastadores de las múltiples crisis en los asentamientos informales, diciendo que tuvieron que continuar organizándose para resistir los desalojos tanto en las calles como en los tribunales, y defendiendo su derecho a una vivienda adecuada incluso en medio de la pandemia, con una moratoria de desalojos. Añadió que una de las estrategias de Abahlali baseMjondolo es ocupar terrenos vacíos y sin uso, no sólo para construir viviendas, sino también huertas comunitarias para alimentar a la comunidad, salones comunitarios, escuelas de formación política y cooperativas de poesía, con el fin de destacar el valor social de la tierra por encima del valor de mercado. Por ello, dijo que es necesario asegurar no sólo el derecho a la vivienda, sino también el derecho de las personas a acceder a la tierra.

Alejandra Jacinto repasó la ausencia de políticas de vivienda en España, en favor de políticas inmobiliarias, que tiene sus raíces en la dictadura franquista. En este contexto, y debido a la magnitud de la especulación inmobiliaria, argumentó que para llevar a cabo un proyecto de transformación social es necesario complementar la lucha de los movimientos sociales con la legislación y la disputa dentro de las instituciones.

Pedro Martins aterrizó la discusión en el contexto de la Amazonia brasileña y compartió las dificultades que enfrentan las comunidades indígenas para hacer valer sus derechos, debido a una construcción colonial de la relación con la tierra. Sostuvo que el capital, que sigue expandiéndose incluso más allá de cualquier avance en la implementación del Acuerdo de París, supone la ruptura de las formas organizativas originales.

Nélida Ayay Chilón cerró comentando la crítica situación de Perú y los desafíos para el movimiento indígena. En este sentido, destacó algunos obstáculos vinculados a la legislación peruana, la propiedad estatal de los recursos naturales y el estatus de privilegio de los actores extranjeros que impulsan la economía extractiva, lo que hace que el pueblo peruano no se beneficie de la riqueza de sus recursos naturales, sino que deba soportar la contaminación y las consecuencias ambientales que conlleva su explotación. Ofreció algunas alternativas, como el respeto a la consulta previa a los pueblos afectados y el uso de la zonificación ecológica para avanzar en una forma diferente de ordenación del territorio.