top of page
Buscar

-COLONIA

Foto del escritor: Territorio CENURLNTerritorio CENURLN

Osvaldo Sabaño - Rogelio Texeira

Arquitectos. Docentes en Facultad de Arquitectura, CENUR Litoral Norte.

Integrantes del Grupo de Estudios Territoriales


Publicado en Cooperante N° 72 / Noviembre, 2023.

Publicación virtual mensual del Cooperativismo de vivienda del Uruguay.


La ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (N° 18.308) lo define como “el conjunto de acciones transversales del Estado que tienen por finalidad mantener y mejorar la calidad de vida de la población, la integración social en el territorio y el uso y aprovechamiento ambientalmente sustentable y democrático de los recursos naturales y culturales” concebido como un sistema que tienen las diferentes instituciones del Estado para organizar el uso del territorio. Para lo que accionan mediante la generación de instrumentos en un proceso de planificación y gestión.


Desde esta concepción, se entiende que el Estado debe jugar un importante rol proactivo, para generar oportunidades y sobre todo compensar o eliminar las inequidades que se producen, tanto para las personas como para el medio.


El marco legal juega un rol muy importante a los efectos de la sustentabilidad, en sus dos dimensiones, intergeneracional (recursos y oportunidades para las generaciones venideras) e intergeneracional (recursos y oportunidades sean para todos los habitantes).


Esto debería centrar la discusión en las características que hacen a una ciudad democrática y sustentable. En primer lugar alcanzar para todos umbrales mínimos de calidad de vida, en la que se incluye el hábitat digno donde se incorpora la vivienda, pero también el espacio público, la infraestructura física y los servicios sociales y culturales.


Los procesos de financiarización de la economía global encuentran en Uruguay un lugar donde recalar con cierta facilidad, garantizando maximizar ganancias y asegurando su perpetuidad en el tiempo gracias a esquemas gubernamentales, que una vez moldeados, dan seguridad y protección. En 2020 asume un gobierno ideológicamente favorable a la retracción del accionar del Estado que generó legislación en favor del sacrosanto mercado.


Gracias a la seguridad jurídica que brinda Uruguay, surgieron una serie de proyectos inmobiliarios orientados a maximizar ganancias en procesos de cambio de usos de suelos productivos hacia otros de mayor precio y rentabilidad.


La especulación inmobiliaria es tan vieja como las ciudades, pero hoy en día se les presenta una oportunidad segura si los procesos de transformación son facilitados por aquellos que tienen la llave. En la medida que se conoce y se manipula de forma adecuada a los tomadores de decisión para que concedan las autorizaciones de nuevas urbanizaciones. Se aseguran asimismo, eliminar la competencia, logrando, en una especie de clientelismo-VIP diferentes exoneraciones, normativas a medida y otro tipo de prebendas que los actores de escala local no logran.


Conocido es el intento de desarrollo de barrios privados como El Milagro en Salto, que por la necesidad de la creación de empleos tenían el visto bueno del ejecutivo departamental. Quedó demostrado que no representaba nada más que un intento burdo de transformar suelo rural a urbano en una estrategia enfocada a manipular las herramientas de la planificación territorial a través de la Revisión de un Plan Local, con una propuesta que no era más que especulación inmobiliaria a gran escala.


Similar es el llamado +Colonia, probablemente más venturoso en términos comerciales por la cercanía a Buenos Aires.


Se torció la voluntad local al aprobar un emprendimiento de gran escala, basado en la construcción de una ciudad para los hermanos argentinos en suelo uruguayo; para que sectores que puedan pagar lo huyan de la “barbarie y se refugien en un lugar de regocijo y exclusividad”. Luego incorporaron otros condimentos para dar sabor a la propuesta y hacerla más digerible como la ciudad inteligente o el Silicon Valley uruguayo como proyecciones de escala global.


Se busca generar una especie de “ciudadela” de similar dimensión que Colonia del Sacramento, pero con una densidad mayor, sobre suelo categorizado cómo turístico con desarrollos inmobiliarios de vivienda permanente y servicios no vinculados al turismo, es decir, bajo la figura de un “contrato-plan” se cambia de un plumazo lo que se había acordado en los instrumentos de planificación.


Está muy bien trabajado desde el marketing, llegando incluso a apelar a la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, construyendo argumentos artificiosos donde se muestran relativos beneficios ambientales en la relación naturaleza-sociedad sin considerar la complejidad que implican los procesos de desarrollo sustentable cuando se ponen en consideración y razonable equilibrio la integridad ecológica, el bienestar social y el desarrollo económico. Lo que están ofreciendo no es más que lo que se conoce como greenwashing, o sea orientar el discurso hacia un supuesto cuidado ecológico, pero en realidad se trata de procesos que vulneran el ambiente.


Estos tipos de enclaves exclusivos tipo burbuja, se caracterizan porque a pesar de ser sectores de alto poder adquisitivo, demandan más de la sociedad y de la ciudad de lo que aportan. Cuando se hace el balance lo volcado a la sociedad es menor que lo que lograron a partir de las normativas a medida.


Sin el Contrato Plan, los promotores deberían ajustarse (al igual que cualquiera de los mortales) a la normativa e invertir en ese marco. La sociedad, a través de una acción del Gobierno Departamental de Colonia, les transfiere a esos propietarios la posibilidad de aumentar las ganancias en sus bolsillos en escalas siderales a cambio de promesas para Colonia sin garantías de concreción. Uno de ellos es el trabajo, la mayor parte es durante la obra pero cuando se trata de viviendas que darán tareas de limpieza y seguridad que no son trabajos de calidad por ser muy mal remunerados.


Es aventurado predecir el final del proyecto. Existen varios escenarios, que van desde la total concreción hasta su fracaso, quedando todo igual a como está, con todos los intermedios que se nos pueda ocurrir, por ejemplo, qué fracasa la ciudad dormitorio para los porteños o no logra despegar el valle de silicio y la nueva ciudad no es tan inteligente o solamente tiene éxito la ciudad dormitorio.


Tendrá consecuencias para Colonia y sus habitantes, con diferente gravedad, consecuencias sociales (nosotros y los otros),ambientales (impermeabilización del suelo, aumento de las escorrentías, disminución de las áreas verdes) y económicas-financieras para la Intendencia, que aumenta mucho el área a atender y sus costos, pero no queda claro que aumente los ingresos de igual forma, ni mucho menos que lo que se recaude a partir de la facilitación de estos negocios sirva para mejorar el hábitat de los colonienses.


Lejos están estas propuestas de enfocarse en el desarrollo integral de las ciudades y de priorizar a sus ciudadanos; por su expresión física cerrada y por la explotación de recursos naturales extraordinarios para beneficio de pocos.

 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page